sábado, 2 de agosto de 2014

El pasado debe ser maestro del futuro





"Si pudiese borrar todos los errores de mi pasado, estaría borrando toda la sabiduría de mi presente".

La novena y antepenúltima creencia irracional de Ellis dice:

La historia pasada de uno es un determinante decisivo de la conducta actual, y que algo que le ocurrió alguna vez y le conmocionó debe seguir afectándole indefinidamente.
Aunque una persona haya tenido que sufrir los excesos y condicionamientos de otros, por ejemplo ser excesivamente complaciente con los padres, eso no quiere decir, que por ejemplo 20 años después haya que seguir siéndolo.

Cuanto más influenciado se está por el pasado, más se utilizan viejas soluciones a los problemas del presente que hoy pueden ser ineficaces y por tanto se pierde la oportunidad de encontrar otras actuales y más útiles.

El pasado se puede utilizar como excusa para evitar enfrentarse a los cambios en el presente y de esa manera no realizar el esfuerzo personal requerido.

Se exagera la importancia del pasado cuando en vez de decir "por mi pasado me resulta difícil cambiar", se dice "por mi pasado me resulta imposible cambiar". Se puede cambiar.

Un individuo racional acepta el hecho de que el pasado es importante y sabe de la influencia de éste en el presente, pero sabe a la vez que su presente es el pasado del mañana y que esforzándose en transformarlo, puede conseguir que su mañana sea diferente, y presumiblemente más satisfactorio.

En lugar de realizar los mismos comportamientos del pasado de forma automática, debemos parar y desafiar esos comportamientos tanto verbal como activamente.

En vez de rebelarnos con rencor contra todas y la mayoría de las influencias pasadas, debemos valorar, cuestionar, desafiar y rebelarnos sólo con aquellas ideas adquiridas que son claramente perjudiciales.

Feliz fin de semana amigos.

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