Nos encontramos a las puertas de iniciar un nuevo año. Un año para hacer cosas nuevas y obtener nuevos resultados. O como a mí me gusta verlo: Un año APASIONANTE ;)
El año pasado por estas fechas, me marcaba un objetivo. Aprendí de buenos gurús del Coaching, llevé a la práctica lo aprendido y confirmé que: "SE PUEDE".
Pura suerte afirmarán unos, otros no me restarán mérito, pero si eres suficientemente humilde y optimista, reconocerás que es más que probable alcanzar tus metas.
Pero hoy quiero hablar sobre las señales del destino. Sí, has leído bien. Yo creo en las señales del Universo. Creo en que nada es casual y que todo tiene un significado...
No existe la casualidad, existe sólo la sincronicidad. También creo en que casi todos venimos aquí con un propósito, una misión de vida.
El Universo organiza todas las piezas en nuestras vidas y las de los que nos rodean, estando todo conectado. Cuando sucede algo que nos parecía poco probable, casi milagroso, es cuando podemos reparar en ello.
Una persona que se cruza en tu camino y te hace un comentario, puede tener un mensaje oculto para ti, una señal en espera de que la veamos. Lo mismo puede suceder con un anuncio, una canción, un libro. Cuando uno es consciente de todo esto, entonces todas las señales se hacen más claras.
Las respuestas que buscamos, están ahí a la vista, pero no las vemos porque no tenemos conciencia de que el Universo y el todo, nos habla en todo momento. Y también sucede que, cuando pedimos con fe, una señal clara, sobre algo que nos preocupa, esta llega. Se hace visible porque estamos entonces con los sentidos más abiertos.
La intuición nos ayuda a darnos cuenta del poder y de la existencia de la sincronía en nuestras vidas. Tal vez no estemos acostumbrados a ver, al fin y al cabo, nadie nos enseñó.
También creo en la Ley de Atracción: lo que pensamos, somos, lo que decretamos con fe y sin dudas ni miedos, lo atraemos.
Creo que estar atentos a estas señales puede cambiar nuestras vidas, y por muy escépticos que seamos, con una disposición abierta a ver, leer, oler, sentir y escuchar las señales, nos daríamos cuenta de que éstas existen. Si por el contrario estamos en una posición cerrada es muy probable que no veamos nada. Lo bueno de esto es que las señales seguirán estando ahí para nosotros hasta que decidamos prestarles atención, que suele ser cuando no estamos satisfechos con nuestra existencia. Pienso que nada se pierde por abrir más nuestros sentidos… ¿no crees? ;)
Si el tema te interesa, te recomiendo leer Sincrodestino de Deepak Chopra.
Un abrazo y hasta el próximo hallazgo!!