martes, 19 de agosto de 2014

El amor verdadero comienza con el amor propio





Te has preguntado alguna vez ¿cómo sería tu vida si...

  • Sintieras una profunda aceptación de tu persona
  • Te amaras genuinamente
  • Te entregaras mejor en tus relaciones de pareja
  • Recuperaras la confianza en ti misma
  • Descubrieras el ser maravilloso que eres
  • Te enfocaras en la belleza que hay en ti?

Los padres a través del amor, la aceptación y los cuidados que proporcionan a los hijos les demuestran lo importante que son para ellos. Posteriormente conforme se crece, la seguridad, el valor, respeto y satisfacción de uno mismo que es como se le define al amor propio y autoestima, deben estar vinculados con el autoconocimiento. Esto significa saber cuales son tus cualidades y fortalezas pero también tus defectos y debilidades.

Si no te conoces todavía, es porque no te interesas y probablemente no te quieras lo suficiente, pero si te amas, estarás dispuesta a saber de ti, a aceptarte y a trabajar para reforzar todo aquello que te hace sentir completa, pero también eliminar o cambiar todo lo que te limita.

El amor a nosotros mismos supone la afirmación de nuestro ser. Cuando nuestro amor propio languidece, no podemos ofrecer un verdadero amor a otras personas, pues el amor a sí mismo es condición indispensable del amor que podemos dar a los demás. Por ello, una de las consecuencias de la falta de amor propio es que no logras relacionarte profundamente con otra persona, al no poder amarte, no eres capaz de amar a nadie más.

El amor propio es un sentimiento que debemos trabajar día con día. Cuando te amas profundamente, no te permites involucrarte en emociones desagradables que, a la larga, acaban con tu salud física, además del efecto negativo sobre tus pensamientos.

A continuación te doy unas pautas a tener en cuenta que te permitirán tener el amor propio que tanto anhelas.

Primera, cambia los detalles

A menudo, cuando una persona se da cuenta de que le falta amarse a sí misma, pretende hacer grandes cambios en su vida; y son tan grandes esos cambios, que desfallece al iniciar la carrera, precisamente porque carece de la fuerza que proporciona el amor propio. Son los pequeños detalles los que hacen que la vida de una persona tenga un sentido de felicidad. 

Sé consciente de lo que te gusta, de aquello que te hace feliz, trabajando en lo que te gusta, conociéndote cada día un poquito más, rodeándote de gente que te quiere, entablando nuevas relaciones, venciendo miedos, etc.

Segunda: no te duermas con una emoción desagradable

Hay quien piensa que debe sufrir emociones desagradables como la ira, rabia, tristeza o frustración, y se aferra a no soltarlas. Una cosa es que dejes fluir la emoción sin reprimirla y otra que te vuelvas adicto al sufrimiento. Si estás molesta, realiza actividades generadoras de endorfina, como hacer ejercicio, salir a caminar o trotar, leer algo agradable, ver alguna película cómica, etc., para que entres en un estado de tranquilidad o felicidad.


Tercera: haz como si…

Las emociones están directamente relacionadas con nuestras acciones y expresiones corporales. Si metes las manos a los bolsillos, caminas arrastrando los pies, encorvas la espalda, vas con la mirada perdida en la nada y cabizbajo, pronto empezarás a tener pensamientos negativos que te harán sentir mal. De igual modo, si caminas con la espalda recta, la barbilla en paralelo con el suelo, el paso firme y ligeramente más rápido que el resto de la gente, entrarás en una emoción agradable y te sentirás más segura.


Si mientras lees este post te das cuenta de que no eres tan alegre como te gustaría, entonces haz como si ya lo fueras. Sonríe más. Por supuesto, al principio podrás decirte inconscientemente que tu sonrisa es falsa, que no estás feliz, sin embargo, al realizar y dirigir tus acciones hacia la alegría, comenzarás a ser más alegre.

¿Qué cosas hace una persona que es alegre? ¿Cómo vive una persona que es alegre? Encuentra la respuesta y comienza a vivir “como si” ya fueras una persona alegre. Con cualquier sentimiento o estado de ánimo que desees puedes hacer lo mismo: ser amoroso, amable, sonriente, carismático, romántico, seguro, etc.

Cuarta lección: descubre el mundo cada día

En el mundo hay muchísimas cosas que podemos aprender. Está comprobado que las personas más felices son aquellas que siempre están aprendiendo cosas nuevas, que viajan regularmente. La gente sumida en la rutina emplea la escusa del “no tengo tiempo”. Son personas que hacen lo mismo todo el tiempo y dejan de dar variedad a su vida, por lo cual comienzan a sumirse en una depresión silenciosa.


Vuelve a ser curiosa, no te quedes con la duda de nada. Programa viajes, conoce gente, cambia de hábitos culturales, haz cosas que consideras imposibles de hacer. La vida está pasando, si no la tomas, de todos modos se irá.

Los resultados se reflejarán en ti, mostrándote como una persona feliz, positiva y segura. En tu familia conviviendo en paz, aceptándose y queriéndote tal y como eres. En el trabajo serás más realista, comunicativa, te adaptarás a los cambios, controlando y evitando todo aquello que te estrese. Y en todas aquellas relaciones personales demostrarás que puedes ser un ser humano capaz de dar y recibir.

¡Feliz martes!



No hay comentarios:

Publicar un comentario