viernes, 13 de noviembre de 2015

Una sola forma de amar







Las personas necesitamos establecer vínculos de afecto, cariño y seguridad con las personas que nos rodean. Si un niño no cuenta, por ejemplo, con ese vínculo, llamado Apego, con su madre y con su padre, su desarrollo emocional será pobre.

Las personas necesitamos intimidad y cercanía con las personas que queremos. Y lo mismo ocurre a nivel de pareja. Cuando alguien se convierte en una figura significativa en nuestra vida, creamos un vínculo y un tipo de apego determinado. Pero no todos los apegos son iguales, ni todos son saludables para una relación de pareja estable y feliz.

Se distinguen tres tipos de apego, que describo a continuación.

Las personas con un perfil de apego ansioso buscan la cercanía de la pareja de un modo casi obsesivo. Caen fácilmente en situaciones de celos, de ansiedad y de desconfianza. Lo cual acaba generando numerosos problemas.

Las personas con apego distante siempre necesitan espacio para sí mismas. No es que eviten el compromiso, es que lo entienden de un modo diferente, más frío y sin una necesidad de cercanía constante.

El apego seguro se basa en la confianza mutua. En ser una persona madura, equilibrada y segura de sí misma que no tiene miedo al compromiso y que cuenta con un proyecto de futuro con la persona que ama. 

Es el tipo de apego más saludable, el que más seguridad y felicidad ofrece.

Se respetan los espacios personales a la vez, que se construye uno entre los dos, el de la propia pareja. 

Hay confianza, se expresan abiertamente los deseos, sentimientos y preocupaciones.

Se gestionan bien las diferencias, los problemas cotidianos.

Hay respeto, los celos no son obsesivos ni dañinos.

Las personas con un apego seguro son capaces de reconocer cuando están equivocadas.

No manipulan, son sinceros. Saben perdonar.

Establecen relaciones sanas donde no hay coacción, donde no hay egoísmos. Donde el amor es maduro y no obsesivo, ni aún menos distante.

Lo más saludable es establecer con nuestra pareja un apego seguro. Pero en realidad, todos tenemos unas pocas pinceladas de estos tres tipos de apego.

Es normal sentirse ansioso en algún momento, sentir celos, pero si eres una persona madura y emocionalmente equilibrada, no caerás en la obsesión. Sabes dónde está el límite del respeto.


¿De qué modo amas?


¿Cómo te aman a ti?

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