martes, 9 de septiembre de 2014

Sigue a tu intuición ahora






Como lo prometido es deuda, hoy hablamos acerca de la intuición.

Tengo claro que vivimos condicionados por normas sociales, y que en la mayoría de las ocasiones tomamos las decisiones de nuestra vida desde nuestro condicionamiento, y no desde el corazón. Por ello nos cuesta ser felices, cuando en realidad, tenemos todo para serlo, solo falta creerlo.

Por eso, el que no abre su mente a nuevas posibilidades de vida, a transformar esas normas sociales y adaptarlas a su sentir, se queda toda la vida en el mismo sitio.

Todos disponemos del conocimiento intuitivo, unas sensaciones físicas que se convierten en pensamientos, y que nos dicen: esto sí o esto no. Para mí este conocimiento es superior a las reglas sociales que hemos aprendido. Y seguir a nuestra intuición es lo que nos llevará a la felicidad, tal vez no al reconocimiento social, pero sí a alcanzar nuestra paz interior.

Es muy probable que en estos momentos vivas para ser socialmente alguien, por triunfar y demostrar tu valía. Si te soy sincera, actualmente me encuentro en un período de transición, entre optar por seguir a mi intuición, o dejarme llevar por la razón, por lo que mi mente me dice que es correcto.

Y lo sorprendente es que me siento feliz cuando escucho profundamente mi voz interior, y juego a seguirla, y a observar cómo me siento cuando actúo fiel a ella. Así es como la reconozco: me digo a mí misma ¿qué opción es la que te deja más en paz o la que te entusiasma más? Y procuro seguir esa opción.

Seguir la intuición me proporciona amor, paz, alegría, satisfacción… me lo da todo. Está disponible para todos, en todo momento, durante toda nuestra vida.

Desde mi experiencia te invito a descubrirla. Concédete la oportunidad de escucharla durante un periodo de tiempo amplio y serás feliz. No digo que uno vaya a tener más o menos dinero, o que vaya triunfar socialmente, digo que te sentirás feliz. Esa es mi experiencia.

Si en estos momentos te sientes perdida, personal, laboralmente, y no sabes qué hacer, por donde empezar, es buen momento para descubrir qué te dice tu voz interior.

Es sencillo. Pregúntate, ¿eres feliz con lo que estás haciendo en estos momentos? ¿qué te gusta hacer? ¿qué es lo que realmente te haría feliz?

Si no lo estás haciendo, es porque estás sintiendo miedo. Permítete reconocer tu vocación. Siempre ha estado ahí. Y tú la has acallado por miedo al que dirán. Sal a la calle y ponte en acción.

La vocación no tiene por qué ser una para toda la vida. Puede que tengas varias pasiones. Podemos hacer cosas diferentes y disfrutarlas.

Así que, desde mi experiencia, hay que ponerse en marcha. ¿Por dónde empezar? Pues, volvemos al mismo punto de siempre: si tomas el camino de vivir algo que has elegido por miedo, sufrirás. La otra opción es elegir desde el corazón.

Creo que para darle al mundo lo que tenemos, no se necesita saber nada especial sobre qué hacer ni cuál es nuestra vocación. Lo que necesitamos es mirar qué hay delante de nosotros, con qué posibilidades contamos. Entonces buscar dentro de estas opciones la que más entusiasmo nos produzca. Sentir cuál es la opción de trabajo, de relación, de lo que sea que estemos tratando, que despierte más sentido en lo profundo de nosotros. La decisión con la que te sientas mejor, que te produzca más alegría, será la correcta, el camino a elegir. Y si te conmueve y te hace llorar de alegría, mejor que mejor!!

Siguiendo este proceso, la vida misma nos va llevando a encontrar los espacios dónde expresarnos. Es el dejarse fluir.

Así que no te preocupes de cuál es tu vocación o qué tienes que hacer.

Observa de lo que tienes delante, a tu alcance, qué es lo que más te entusiasma, por poco que sea, y síguelo, y sigue haciendo eso de manera consistente.

Esto da resultado siempre. Hasta mañana!



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